Los Mayos
Una tradición casi perdida en Abengibre cuyo origen se remonta a la época romana y que festeja el inicio de la primavera y el cortejo de los jóvenes.
Mayos a las mozas de Abengibre
Los Mayos en mi pueblo se cantan desde hace más de 200 años, la noche del 30 de abril, sobre las 11. Los abengibreños se reúnen primero en la Iglesia de San Miguel Arcángel para echarle los Mayos a la Virgen de los Dolores ante su altar. Desgraciadamente, como ocurre en otros muchos pueblos, se ha perdido la tradición de cantarlos a las mozas, a pesar de que en la década de los 90 una pequeña rondalla intentó sacarlos del olvido.
Antaño, los quintos de ese año eran los encargados de cantarlos. Comenzaban ya el Sábado de Gloria con las albricias y continuaban ahora llevando un palo alto, lo más alto posible, a la plaza de San Miguel, delante de la puerta de la iglesia, que luego decoraban con cintas de colores y matas de sembrao para anunciar el buen tiempo. Era la plantá del Mayo. Seguidamente entonaban los Mayos de la Virgen y, una vez concluidos, salían todos en cuadrilla para cantarlos a las novias o a las chicas que les gustaban hasta bien entrada la mañana. El padre que tenía una hija en edad casadera procuraba abastecerse bien de mantecaos, madalenas, vino y otros víveres para poder convidar a los cantores.
Una tradición casi perdida en Abengibre cuyo origen se remonta a la época romana y que festeja el inicio de la primavera y el cortejo de los jóvenes
Una buena voz de hombre era la encargada de conducir al resto de los quintos que hacían de coro, repitiendo cada dos versos, que es lo que ocupa la melodía principal. El acompañamiento lo hacían con botellas de anís, almirez, caña rajá, con un papel de fumar en la boca, un treguedillo (algo similar al triángulo actual), un acordeón e, incluso, una vihuela y una guitarra lira. Parece mentira que en un pueblo tan pequeño y en aquellos años, hubiera instrumentos tan raros como la guitarra lira. La explicación la relata Carmina Useros en su libro. Cuenta que los Mayos tuvieron gran esplendor hacia 1910 gracias al empeño que puso Antonio Sáez, un alpargateño y cordelero de profesión, jorquereño de nacimiento, que vivió en Abengibre y enseñó a tocar a un grupo de mozos que, con este acompañamiento, dio aún más fuerza a los Mayos.
Mayo a la Santísima Virgen de los Dolores, de Abengibre
Estos Mayos fueron compuestos por el párroco Don José Matencio entre los años 20 y 30, para que fueran cantados por la cofradía de las Hijas de María, la noche del 30 de abril, antes de los Mayos a las Mozas. Son, como anotó Carmina Useros, un saludo a la Virgen y al buen tiempo.
Dada la gran tradición que existía por los Mayos antiguos y por la extensión de estos, hoy en día se cantan a la Dolorosa los mismos Mayos que se cantaban a las mozas. Ante su altar estuvo, desde que yo recuerdo, Tomás de la Cleofé, cuyo relevo han tomado la Anita de Juan Molinera y Miguel Honrubia “El Nano”. Antes de eso, eran los quintos los encargados de echar los Mayos a la Virgen para luego cantarlos a las mozas. Gracias a todos por hacer que siga viva esta bonita y alegre tradición de nuestro pueblo.
Letras de los Mayos
Si no te sabes los Mayos, no te preocupes, puedes imprimir estas letras o descargarte los archivos en PDF y ¡a cantar!